ESTUDIO ACTIVO: una de las claves de la oposición

Fotografía: Alexis Brown

En contraposición, podríamos explicar el estudio activo con el pasivo. ¿Alguna vez te has pasado horas leyendo y subrayando un tema sin sentir que realmente lo entiendes o lo recuerdas después? Esto es porque has realizado un estudio pasivo.

Muchos opositores y estudiantes cometen este error confiando en que la simple exposición al contenido a través de la lectura o del fenómeno del “calentamiento de silla” bastará para retenerlo. Todos hemos tenido días en el proceso de las oposiciones en los que era imposible realizar otro tipo de estudio ,pero, por regla general , todos los opositores deberíamos implementar una técnica de estudio basada en el estudio inteligente: más eficiencia, menos tiempo de estudio, mayor capacidad de retención,

Y es de lo que vamos a hablar en esta entrada.

 

ESTUDIO ACTIVO: una de las claves de la oposición.

¿Qué es el estudio activo?

El estudio activo es una forma de aprendizaje que implica participar mental y físicamente en el proceso de estudio.

En lugar de limitarse a leer o escuchar de forma pasiva, el estudiante interactúa activamente con la información, la reorganiza, la explica, la aplica o la relaciona con otros conocimientos.

Este enfoque no solo mejora la comprensión, sino que fortalece la memoria a largo plazo. Es la diferencia entre entender un tema superficialmente y dominarlo con seguridad.

¿Dónde se puede implementar?

Sin duda, el estudio activo comienza en una primera toma de contacto con el material de estudio de las oposiciones y sobre todo, puede aplicarse en las clases con vuestros preparadores.

Al final, el preparador va a explicar una materia que previamente debe ser analizada por el opositor para practicar en clase una escucha activa y lograr una comprensión directa que después va a apoyar en el estudio del material proporcionado.

Muchos opositores “quieren lo fácil”, que el material esté tan desagregado en esquemas y explicaciones que no tengan que hacer más allá de un esfuerzo memorístico. Pero, es la forma incorrecta de estudiar una oposición que se caracteriza por el “largo plazo” y la consolidación de lo estudiado.

 

¿Cuáles son los beneficios del estudio activo?

Memoria a largo plazo: Hemos hablado suficientemente a lo largo del blog de la importancia de atender a la memoria en el largo plazo y es que, al hacer el esfuerzo de recordar y aplicar, consolidas el conocimiento de forma más duradera.

Mayor comprensión: Al trabajar el contenido desde diferentes ángulos, tu cerebro construye conexiones más sólidas.

Detección de lagunas: Explicarte a ti mismo un tema o responder a preguntas revela qué partes no has entendido bien.

Motivación y atención: Mantenerte activo durante el estudio hace que el tiempo pase más rápido y que te aburras menos.

Presentar al preparador dudas fundadas y ser capaz de debatir en clase determinados aspectos del temario estudiado para consolidar el contenido.

 

¿ Qué técnicas de estudio activo te recomendamos?

Hemos hablado de algunas y de otras hablaremos más detalladamente pero, aquí tienes algunas técnicas efectivas para poner en práctica el estudio activo desde hoy mismo:

1.  Autoexplicación o técnica del Feynman

Consiste en explicar el contenido en voz alta como si se lo enseñaras a otra persona. Si puedes explicarlo de forma sencilla y clara, es que lo has entendido. Si te atascas, vuelve al temario, repasa y vuelve a intentarlo. Esta técnica no solo detecta puntos débiles, sino que también entrena tu capacidad para recordar y organizar mentalmente la información.

2. Preguntas y respuestas

3. Esquemas de memoria

Después de estudiar un tema, intenta escribir un esquema o resumen sin mirar el material original. Este ejercicio obliga a tu cerebro a recuperar la información, lo que fortalece la retención. Después, compara tu esquema con el temario y corrige lo que te faltó. Este doble repaso activa la memoria y mejora la comprensión.

4. Aplicación práctica

Es importante que intentes aplicar lo que estudias a situaciones concretas y a situaciones que sean una realidad para ti o tus conocidos. Esto hace que el contenido cobre sentido y se fije mejor en tu memoria.

 

¿Qué MATERIALES te recomendamos usar?

Las tarjetas de memoria: la eficiencia se adquiere desde el momento en que comienzas a elaborarlas por ti mismo (en tiendas de papelería venden las tarjetas, puedes usar folios cortados en partes o apps como Anki)

Documentos en sucio en clase: en los que anotes las ideas principales y seas capaz de desarrollar el groso del contenido una vez finalizada esta. No abandones los apuntes si no que esfuérzate a pasarles a limpio y completar con ellos el material que te proporcionan desde la academia.

Cuaderno de esquemas: es una forma de reorganizar el contenido que quieras “salvar” por el paso del tiempo en función de lo que te parece más complejo, más interesante o más preguntado.

Cuaderno de dudas: cada vez que estudies un tema, plantea tu esquema y trata de responder a preguntas relacionadas con el mismo. De ahí, te surgirán dudas que tus preparadores de ITH contestarán de forma desarrollada. Anota la respuesta

El estudio activo no es más difícil que el pasivo, pero sí más intencional y efectivo. Te obliga a pensar, a cuestionar, a aplicar y a recordar. Es el tipo de estudio que transforma el tiempo invertido en resultados reales.

Evita la lectura sin sentido y estar sentado sin invertir tu valioso tiempo en un conocimiento pleno de la materia.

No colorees los apuntes: intenta repasar. 

Muchos estudiantes (y yo me incluía) no saben cómo estudiar de forma efectiva. Manchamos los apuntes con colores estridentes sin dejar ningún espacio en blanco que sirva para calmar nuestra ansía de estudiarlo todo. Leemos una y otra vez las letras cómo si, por ciencia infusa, las palabras se quedan marcadas en la cabeza. Hacemos apuntes eternos que nada nos pueden aportar más allá de hacernos gastar folios que no leeremos nunca más. Nos creemos que somos muy productivos pero lo que estamos siendo es muy ineficientes porque no memorizamos ni comprendemos a fondo nada de lo que estudiamos. 

Aquí es donde entra en juego una técnica poderosa, respaldada por la ciencia cognitiva: el recuerdo activo, o Active Recall en inglés. Esta estrategia puede parecer sencilla, pero tiene un gran impacto en cómo aprendemos y retenemos la información. Pero, vamos por partes.

CONCEPTO DE RECUERDO ACTIVO:

El recuerdo activo es una técnica de estudio que consiste en recuperar activamente la información de la memoria, sin mirar los apuntes ni el material de referencia. Es decir, en lugar de releer pasivamente, lo que haces es esforzarte por recordar lo que sabes. En términos de oposición: eres perfectamente capaz de explicar la materia a otra persona.

Por ejemplo, para saber si estás aplicando esta técnica, ¿serías capaz de responder las siguientes preguntas?:

  • ¿Cuáles eran los puntos principales?

  • ¿Qué ejemplos se daban?

  • ¿Cómo explicaría esto con mis propias palabras?

Este proceso obliga a tu cerebro a trabajar más, lo que fortalece las conexiones neuronales y mejora la memoria a largo plazo.

¿Por qué es efectivo?

Numerosos estudios en psicología cognitiva han demostrado que recuperar información refuerza el aprendizaje mucho más que simplemente volver a leer.

De hecho, se ha observado que las personas que practican el recuerdo activo retienen el doble (o más) de información en comparación con quienes usan técnicas tradicionales. Se que me estás leyendo y estás recordando a una persona capaz de realizar esta técnica. 

El secreto está en el “esfuerzo deseable”: cuando el cerebro trabaja para recordar, está consolidando esa información. Es un pequeño reto mental que tiene un gran beneficio.

Pero, lo que más importa, ¿cómo se aplica? 

Hazte preguntas e intenta aplicarlo a la práctica

Lo mejor es poner “música” a la letra que te estudias ( poniéndonos metafóricos) para poder retener ( y que la información pase al largo plazo) 

Usa tarjetas de memoria (flashcards)

Evaluación y autoevaluaciones

Desde la academia ITH, se llevará a cabo una intensiva evaluación de cada opositor en función de sus necesidades, pero también es importante que exista una autoevaluación por parte del propio alumno- simplemente mirando su evolución.

 

Invéntate que estás dando una ponencia y que la materia requiere de explicación. 

Explicar la materia en voz alta, como si dieras una clase, es una de las formas más efectivas de practicar el recuerdo activo.

El recuerdo activo cansa más que leer, subrayar o copiar información en un folio pero también hace que tu estudio ( y tu futuro repaso) sea mucho más sencillo. Y lo que más quiere un opositor es tener más tiempo – porque siempre nos falta. ¡Inténtalo un día!

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